martes, 22 de agosto de 2017

Platinum End #3

Nuevo tomo, nuevos personajes.

En primer lugar está Nanato Mukaido, un hombre que trabajaba en una firma de moda diseñando productos pero que ahora está de baja debido a un cáncer terminal. El pobre desgraciado se había resignado, iba a morir sí o sí hasta que apareció Bare, un ángel de primera, y todo cambió un poco. Sé que es más que probable que vaya a morir pronto, ya sea por su enfermedad o porque Metropoliman lo mate, pero me gusta este tío. De entre los tres es el único que los tiene bien puestos. Lo tiene claro: o matas o te matan. 

Empezamos a aprender más cosas de Metropoliman, como su verdadera identidad, aunque no sea algo importante por el momento. Y sigue cayéndome mal (:D).

Luego está la loca de turno que se ha dado a la fuga y empieza a matar a diestro y siniestro. Menuda pesadez de muchacha. Me recuerda a Yuno de Mirai Nikki y de verdad que este tipo de personajes me ponen de los nervios. Son insoportables. 

Lo que más me ha gustado de este tomo han sido los trajes de Mukaido y Mirai. Mira que me estaba cansando un poco de ese tipo de cosas, especialmente con la cantidad de disfraces que vimos en las viñetas del campo de béisbol, pero los suyos no han estado mal. El de Mukaido me ha recordado a un soldado imperial, más que nada por el casco.

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