Tengo el presentimiento de que las reseñas de este manga tenderán a ser cortas. Al menos los primeros tomos en los que tampoco es que pase nada demasiado importante. Igual algunos ni los reseñaré.
Ya tenemos dos Pecados Capitales reunidos y toca ir a por el tercero, quien por cierto es mi favorito: Ban, el pecado de la avaricia. Su forma de ser me encanta. Y eso de "me dejé capturar pero ahora las cosas se van a poner interesantes así que me voy" me encanta aún más.
Los Caballeros Sagrados no me gustan ni un pelo. Vale, que son muy poderosos y todo lo que queráis, pero son unos prepotentes y en concreto los cuatro que salen en este tomo, los Weird Fangs, me han caído peor que un dolor de muelas. Aunque el diseño de sus armaduras es una pasada.
Luego está Elizabeth, que no es tan inútil como en un principio parecía y está dispuesta a cumplir su palabra de proteger a los habitantes del reino. Eso lo valoro.
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